miércoles, 26 de julio de 2017

Conquista de México, Perú y el Río de la Plata (Bogado)

Conquista de México:

En 1519, Hernán Cortés organizó en Cuba una expedición integrada por 600 hombres, que partió hacia las costas del actual territorio de México con el fin de hallar las minas de oro de las que había tenido noticias por los indígenas antillanos. La llegada de los españoles llenó de asombro y temor a los indígenas que los vieron desembarcar en sus tierras. Muchos pensaron, incluso, que eran enviados del dios Quetzacoatl. Los taxcaltecas, asentados en la zona de Tabasco, decidieron aliarse con los invasores con el propósito de liberarse del dominio de los aztecas, a quienes debían pagar tributos.

En la actual ciudad de Veracruz, Hernán Cortez recibió a los embajadores del emperador Moctezuma, quienes le ofrecieron oro y plata para que desistiera de su empresa. Cortés se negó y avanzó sobre Tenochtitlán. Tomó prisionero al emperador, y tiempo después, en el Templo Mayor, ordenó la ejecución de los más destacados jefes indígenas. Los aztecas lograron organizar la resistencia y los españoles tuvieron que huir de Tenochtitlán. Finalmente, en agosto de 1521, los europeos y sus aliados indígenas aplastaron brutalmente la resistencia azteca liderada por el jefe Cuauhtémoc.


Conquista del Perú:

El viaje de exploración de Balboa por el istmo de Panamá permitió que los españoles conocieran la existencia del imperio de los incas y sus riquezas. A partir de 1527, uno de los integrantes de aquella expedición, Francisco Pizarro, comenzó a establecer contacto con algunas comunidades indígenas enfrentadas con los incas.
En las costas del actual territorio ecuatoriano, Pizarro organizó una pequeña expedición. A fines de 1532 entró en la ciudad de Cajamarca, donde estaba el emperador inca Atahualpa, en preparativos para pelear con su hermano Huáscar, quien le disputaba el trono. Ante el asombro de todos, Pizarro tomó prisionero a Atahualpa y pidió un millonario rescate por él. A pesar de que los incas pagaron el rescate, Pizarro mandó llevar a Atahualpa a Cuzco, y allí, aprovechando las luchas entre los jefes que apoyaban a uno u otro hermano, ordenó ejecutarlo. Luego de este episodio, muchos incas se sintieron abandonados por los dioses y dejaron de oponer resistencia a los conquistadores.


Conquista del Río de la Plata

Luego de que Vasco Núñez de Balboa divisara el Océano Pacífico, los españoles comenzaron la busca de un paso  interoceánico que les permitiera llegar a Oriente, tal como se lo había propuesto originalmente Cristóbal Colón.

La expedición, al mando de Juan Díaz de Solís, perseguía ese objetivo. Navegando, en 1516 se internó en lo que hoy conocemos como el Río de la Plata, y lo llamó Mar Dulce, por su amplitud. La mayor parte de los miembros de su expedición murieron a manos de los indígenas.

La siguiente expedición, al mando de Hernando de Magallanes, logró encontrar el paso que comunica el Océano Atántico con el Pacífico en 1520 y, tras atravesar el estrecho que hoy lleva su nombre, emprendió la ruta hacia Oriente. A la muerte de Magallanes, Sebastián Elcano completó el primer viaje de circunnavegación y retornó con muy pocos hombres a España en 1522.

En 1520, nuevas expediciones se adentraron en el Río de la Plata, tratando de llegar a las fabulosas riquezas que contaba la leyenda. Fue así como Sebastián Gaboto remonto el Río Paraná y estableció en 1527, lo que sería la primera fundación en el terriorio argentino: el fuerte Sancti Spiritu (en actual territorio santafesino). Incentivado por el mismas expectativas, Pedro de Mendoza estableció en 1536 el fuerte Santa María del Buen Ayre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario